sábado, 5 de julio de 2014

Tipos de Bullying

 Como se ha mencionado anteriormente el bullying es una tortura o maltrato que generalmente se puede clasificar en: bullying sexual, físico, verbal, psicológico, social o ciberbullying. A continuación se describirán brevemente los más importantes dentro del acoso escolar.

Físico:
   Como su nombre lo menciona es cualquier tipo de maltrato producido físicamente, por ejemplo: empujones, patadas, puñetazos, hasta agresión con objetos.

Verbal:
  Principalmente se basa en insultos y sobrenombres, también son frecuentes los menosprecios en público o el estar resaltando y haciendo evidente de forma constante un incapacidad o discapacidad (cabe aclarar que no se hace referencia directa a solo cuestiones motrices). Últimamente el teléfono móvil también se está convirtiendo en vía para este tipo de maltrato.

Psicológico:
  Son acciones encaminadas a minimizar la autoestima del individuo y fomentar su sensación de inseguridad y temor. El aspecto psicológico está en todas las formas de maltrato.

Social:
   Pretende ubicar aisladamente al individuo respecto del grupo en un mal concepto y hacer partícipes a otros individuos, en ocasiones, de esta acción. Esto se consigue con alejar al individuo de los demás miembros del salón, con el fin de excluirlo de grupo.

Ciberbullying:
  Es cuando el individuo es molestado, humillado, amenazado o acosado por otro (s) mediante el uso del Internet u otras tecnologías interactivas y digitales.



Referencias:
  • http://porque-bullying.blogspot.com/2013/06/tipos-del-bullying.html 



¿Cómo podemos prevenir este problema?

En la actualidad algunos especialistas advierten que entre la población escolar adolescente del país se está presentando, de forma creciente y preocupante, la práctica del acoso escolar denominado bullying, que consiste en agresiones físicas y psicológicas entre los alumnos,  las cuales pueden excluir socialmente a los afectados. De acuerdo a lo planteado, se puede prevenir desde los siguientes factores:
  1. Familiar: Es importante una actitud positiva, de afecto y dedicación para prevenir la conducta agresiva y al mismo tiempo los niños desde pequeños deben ir aprendiendo los límites de lo que se considera una conducta agresiva con la gente, sin un comportamiento demasiado permisivo por parte de los padres pero al mismo tiempo tampoco excesivamente autoritario (con castigo físico y maltrato emocional), para no modelar la agresividad en el niño.
  2. Social: Desde el punto de vista de la comunicación y la cultura no modelar mediante la televisión por ejemplo la violencia mediante programas violentos socialmente aceptados, ya que esto aumenta el factor de riesgo. Por otro lado los servicios sociales, jurídicos o policiales también pueden prevenir el abuso escolar.
  3. Grupal: Tenemos que prevenir el “contagio social” sobre todo en aquellos espectadores que no tienen un buen juicio crítico, son inseguros, dependiente y no suelen contar para el resto de compañeros, ya que suelen adquirir los modelos de los agresores al ver que es una posible forma de imponerse en el grupo. Por otra parte los adultos tienen que reaccionar en contra del agresor al igual que los demás compañeros no agredidos, ya que si no existe ninguna acción punitiva sobre la acción agresiva aumentará la ocurrencia de la misma al no obtenerse ningún castigo por parte del agresor
    (desaprobación de compañeros y adultos) y sí una recompensa (atacar a la víctima)
  4. Personal: Educar en conductas no violentas,
    autocontrol, no consumo de sustancias tóxicas, comunicación y resolución de conflictos podrían ser factores relevantes para evitar el fenómeno bullying. Por otro lado aunque existen lo que se denominan “desviaciones externas”, entendidas estas como rasgos que singularizan al individuo con respecto al grupo (llevar gafas, ser obeso, ser muy alto o muy bajo…) según Olweus (1993 y 1998) serían descartadas ya que estas desviaciones externas no explicarían los ataques a las víctimas porque todos en mayor o menor medida somos diferentes a los demás, así pues que el agresor señale estas desviaciones en sus agresiones (burlas) no indica que estas sean la causa de las mismas.
  5. Ámbito escolar: Es muy importante este factor para la prevención del abuso en las aulas. Con respecto a esto cabe señalar que numerosas investigaciones avalan que no importa que los centros o aulas sean de gran tamaño, así como que el alumnado no sea homogéneo en edad para que se produzca ó no acoso escolar, aunque evidentemente a mayor número de alumnos encontraremos lógicamente un número absoluto mayor agresor/es y victima/s. 
Es importante que existan unas normas de conducta concretas establecidas y que el alumno las conozca y las cumpla y si no es así conozca las consecuencias por no hacerlo (favorecer la internalización y responsabilización)
También es importante que exista un modelo participativo en el centro escolar para que tanto alumnado como profesorado lleguen a un consenso en la toma de decisiones, así como un sistema de disciplina consistente.
Por otro lado las investigaciones avalan que a mayor número de profesorado vigilando los periodos de recreo menor número de incidentes de agresión escolar, por lo que es importante tener un número suficiente de personal con buenas actitudes para poder resolver los posibles conflictos.

Referencias:

  • Cerezo Ramírez, F. (1997). Conductas agresivas en la edad escolar. Pirámide.
  • Olweus (1993). Bullying at school. What we know and what we can dol. Blackwell.
  • Olweus, R. (1994). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Morata.

Características del Bullying


Suele incluir conductas de diversa naturaleza (burlas, amenazas, agresiones físicas, aislamiento sistemático, entre otros.) Se pueden mencionar las siguientes:

  1.  Tiende a originar problemas que se repiten y prolongan durante cierto tiempo.
  2. Suele estar provocado por un alumno, apoyado por un grupo, contra una víctima que se encuentra indefensa.
  3.  Se mantiene debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean a los agresores y a las víctimas sin intervenir directamente.
  4. Se reduce la calidad de vida del entorno en el que se produce: dificultad para lograr objetivos y aumento de los problemas y tensione
  5. En las personas que observan la violencia sin hacer nada para evitarla, se produce falta de sensibilidad, apatía e insolidaridad.
  6. Disminuye la capacidad de comprensión moral y de empatía del agresor, mientras que se produce un refuerzo de un estilo violento de interacción.
  7. La víctima desarrolla miedo y rechazo al contexto en el que sufre la violencia; pérdida de confianza en sí mismo y en los demás y disminución del rendimiento escolar.
  8. Presencia de desigualdad de poder (uno más fuerte y otro más débil) en cuanto a un desequilibrio físico, social o psicológico. 
  9. Existencia de una acción agresiva “de forma repetida en el tiempo” (Olweus, 1994, p.25).
  10. Expectativa en la víctima de ser blanco de ataques posteriores.
  11. la intimidación se refiere a sujetos concretos y se puede ejercer en grupo o en solitario.









Referencias:



  • Olweus, R. (1994). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Morata.

Historia del Bullying

El psicólogo Dan Olweus es el primer estudioso del tema, y como tal comienza a preocuparse de la violencia escolar en su país, Noruega, en 1973 y se vuelca a partir de 1982 en el estudio del tema a raíz del suicidio de tres jóvenes en ese año. En Europa se estaba trabajando ya en los países nórdicos, también en Inglaterra en donde desde hace mucho existen tribunales los bully coufls o tribunales escolares creados en el Reino Unido. Allí existe desde 1989 una línea directa a la que acuden aquellos que quieran consejos sobre situaciones de acoso escolar.
En España no hay estudios oficiales hasta un estudio del defensor del menor de 1999. Existen programas de prevención en muchos países de Europa, en Estados Unidos y en España han sido pioneros en Sevilla, con un programa educativo de prevención al que aludiremos en esta información que han llevado a cabo desde 1997.
Además, por mucho tiempo la seguridad escolar como parte importante para el ser humano y situación fundamental para su seguridad, ya en 1981 propuso la promulgación de una ley contra el acoso en las escuelas para que los estudiantes pudieran evitar la humillación repetida, y los implicados en bullying. A mediados de la década de 1990, estos argumentos llevaron a la legislación contra el acoso por los Parlamentos de Suecia y Noruega.

Referencias:
  • http://buscador.emol.com/emol/Dan+Olweus
  • http://bullying-entendiendoalaotredad.wikispaces.com/Las+aportaciones+del+Dr.+Dan+Olweus

¿Qué es el Bullying?



“Bully” es una palabra inglesa que significa matón o agresor y al hablar de bullying nos estamos refiriendo a conductas que tienen que ver con la tiranización, amenaza, aislamiento, agresiones físicas, humillaciones, intimidación y/ o insultos de una forma sistemática hacia una o más víctimas por parte de uno ó más agresores. Siendo lo importante la repercusión que tiene sobre la víctima más que la acción en sí misma, así pues “Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (Olweus, 1998, p. 25)

Según los datos obtenidos de una investigación española un 5.7% de alumnos españoles han sufrido bullying y con un 5.9% podríamos situar también al agresor (Avilés, 2002). Así pues estamos hablando de un problema lo bastante frecuente en nuestras aulas para tomar cartas en el asunto.
Aunque hay muchos estudios europeo que avalan que existe un número mayor de agresores de género masculino, otros como por ejemplo el realizado en Japón (Monmbusho, 1994), nos indica lo contrario. La edad donde el bullying cobra mayor fuerza suele ser a partir de los 12-13 años (con la llegada de la adolescencia)

Además,  también es conocido como acoso escolar, es una de las situaciones más duras con las que se pueden encontrar los adolescentes en la escuela. Cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que se ejerce sobre un escolar durante un tiempo prolongado está considerado Bullying.

Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia, siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.

Este tipo de violencia escolar se caracteriza, por tanto, por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder en tanto que es ejercida por un agresor más fuerte (ya sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente) que aquella. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas (aunque estas no formen parte del diagnóstico); es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización, consecuencias propias del hostigamiento hacia las personas sin límite de edad.


Suelen ser más proclives al acoso escolar aquellos niños que poseen diversidad funcional, entre las cuales se pueden contar el síndrome de Down, el autismo, síndrome de Asperger, etc.









Referencia: 
  • http://adolescentes.about.com/od/Escuela/a/Qu-E-Debes-Saber-Sobre-El-Bullying.htm
  • Piñuel, I. y Oñate, A. (2007). Mobbing escolar: Violencia y acoso psicológico contra los niños. Madrid:CEAC.
  • Olweus, R. (1994). Conductas de acoso y amenaza entre escolares. Morata.